viernes, 4 de septiembre de 2015

No todo es tan bueno como lo pintan

Buenos días Limonad@s!! (Buenos, por decir algo)

Resulta que hoy me he levantado con el pie izquierdo, así, tal cual, y no hay letrerito, taza, carpeta o cualquier otro utensilio de estos con mensajes súper positivos que me vaya a cambiar este humor de perros. Sencillamente porque ya he plantado el pie izquierdo primero y eso no hay Mr. Wonderful o similar que lo cambie, y punto.

Y con esto me surge una de mis Teorías Limonadas y es... ¿No es excesivo este ataque a la felicidad por encima de todo en cualquier lado allá donde se mire?

Mira que me gustan a mí las chorraditas de Mr. Wonderful, peeeeero es que cada día más marcas se apuntan al fenómeno "la vida es todo paz y amor y el plus pa' el salón" y hombreeeee... Que me perdonen sus creadores pero, nanai.

Que debemos aprender a disfrutar de los pequeños detalles del día a día, pues sí, estoy de acuerdo, pero que los lunes son días maravillosos....pues no!! Maravilloso el sábado que no haces nada en todo el día y por la noche no tienes que pensar a qué hora acostarte porque al día siguiente madrugas.
Estamos perdiendo el norte, si los lunes de pronto son maravillosos ¿dónde quedan el sábado y el domingo? 



Situación: Un día que por algún motivo extraordinario has salido antes del trabajo lo que te permite tener esa maravillosa y ansiada siesta desde hace semanas. Terminas de comer, te tumbas en el sofá tranquilamente y cuando te estás quedando dormida, justo en ese instante en el que tu mente ya no está aquí...ese momento tan placentero... el tocapelotas de tu vecino decide colgar el nuevo cuadrito de Ikea que compró la semana y pasada y entonces.... brrrrrr brrrrr... el querido taladro de tu vecino se introduce en tu cerebro cual pesadilla convertida en realidad. ¿¡Pero es que no tienen otro momento para decorar y hacer uso de las herramientas sonoras!? Es matemático, te tumbas y algún vecino decide molestar a la, apreciada por todos, hora de la siesta.
Te levantas cabreado a la enésima potencia, te diriges a la cocina a por un vaso de agua, y justo frente a la nevera cuelga tu calendario en el que lees : "Hoy es un buen día para sonreír" y no digáis que no, todos, realmente todos pensamos ¡¡Y una mierda!! Hoy era un buen día para dormir, si me lo permitieran claro...

Y con esto llego a la conclusión de mi teoría y es que, está muy bien saber disfrutar de pequeñas cosas sin obsesionarse con aquellos sueños casi imposibles, ya que esto no nos permite disfrutar, por ejemplo, de la compañía de la gente que nos rodea. Pero ¡tener un día malo es necesario! Si no, ¿cómo diferenciar y disfrutar aquellos que realmente son buenos? Un mal día hace que disfrutes el doble de un día mejor.

¿Y vosotros? ¿Qué pensáis sobre esto?

¡Feliz viernes Limonad@s! 
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2 comentarios:

  1. Hola! Totalmente de acuerdo contigo. Yo también soy de las que piensan que tener un día triste de vez en cuando es necesario. Tanta falsa positividad me pone nerviosa.

    Besos!

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  2. Pero que razón tienes. Estoy empachada de tanto mensajito posiivo. Que ahora mismo la vida es una mierda y punto, aunque lo lleves con una sonrisa en los labios.
    Besos preciosa nos vemos en la proxima teoría

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